domingo, 12 de septiembre de 2010

Guerra de sexos

La potranca siempre tan bruta. Barro. Sucia. Se revuelca en la misma mugre. Intenta salir de ahí pero no puede, es en vano. Se vuelve a caer. Quiere retomar.En cambio, la vaca tiene otro andar. No digo que sea más elegante pero es otra cosa. Cuando nos movemos decimos algo.Ella tiene altura, compás.Que se yo. Él es el mejor de todos.Se luce por donde se lo mire. Su cabellera es de envidia de muchos, aunque cuando hace sus necesidades prefiero estar lejos.Cuando el caballo la ve a ella se pone loco. Todos los del sexo masculino son iguales. La yegua lo puede,lo domina. Relincha y pierde toda elegancia. Ella lo mira de reojo.
Histéricos si los hay, la perra es la peor de todas. Su olfato le permite distinguir a la distancia a su enamorado. ¡Qué hija de perra! ¿Será feliz con su futuro enamorado?
Pobrecito, el burro es impresentable. No le encuentro ningún atributo. Bueno, en realidad sí, sólo uno y muy grande. Cuando era pequeña me dejó sin palabras.
Hablando de palabras, la cotorra es una ladrona. Puede ser muy linda, pero de tanto repetir aburre, me satura. Se afea. Por otra parte, el pajarito me fascina aunque prefiero los jilgueros ya que su cantar y la combinación de colores en su diminuto cuerpo son admirables. Admito que a la mañana cuando canta igual lo quiero matar.
De la nutria poco puedo decir.Insípida, un animal sin mucha energía. Ahora sí, me lo voy a permitir, odio a los gatos. Sin más, no lo disimulo.Me parecen solitarios, poco cariñosos aunque reconozco la habilidad que poseen para desplazarse en distintas superficies.
La zorra, creo que nunca vi ninguna. ¿Será que el zorro se lleva todo el protagonismo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario